BIONICA: LA FORMA ORGÁNICA
“El trabajo de Ernesto Morales parte como estudio de la estructura formal de una jaiba, es decir, de una fotografía casi abstracta que retiene, además, ciertas cualidades sensuales de la forma orgánica. En seguida fragmenta esta estructura a través de una serie de dibujos, en busca de una serie de unidades mínimas. Dichas unidades, aisladas y autocontenidas, funcionan de nuevo como un todo, como una totalidad compleja. Es decir, son pensadas a otra escala. Es notable como una serie de dibujos, esta investigación con el diseño, convierte las cualidades sensuales de la forma orgánica en un trazo sensible, las traduce de húmedo a seco, y las retoma, al representar inicialmente sus “unidades mínimas” en tres dimensiones, como cualidades hápticas: formas que despiertan el deseo de tocarlas. El “método”, juego continuo de acercamientos y alejamientos, se percibe como “aliento” orgánico en si mismo. La forma se fragmenta, el fragmento se aísla y se representa, de nuevo, como un conjunto. La forma se abstrae, y la abstracción se interpreta, de nuevo, como figura, como objeto diseñado. Aumenta gradualmente la envergadura de este proceso: desde el fragmento del fragmento analizado al objeto, al mueble, al edificio “sintetizado”. No obstante nunca sale de lo gráfico, de sus tamaños y sus dimensiones, y nunca deja de ser gráfica. ¿No es maravilloso? De manera ejemplar, lo orgánico se retoma en términos de coexistencias, de lo complejo y lo sencillo, de lo rígido y lo suave, de lo abstracto y lo figurativo. Es un trabajo que finalmente amalgama lo natural y lo cultural como sino hubiese tal distinción”.
Ada Dewes
